Actividad
El principio de funcionamiento del concentrador es la separación forzada del material procesado en dos fracciones: "pesada" y "ligera" en un campo centrífugo. La separación del material en fracciones se produce como resultado de la interacción del flujo de agua de lavado, las fuerzas centrífugas y el campo de gravedad que actúa sobre la partícula en un rotor que gira horizontal u oblicuamente. La intensidad del proceso de separación de densidad aumenta debido a las fluctuaciones en la capa mineral.
El material que se procesa se introduce en un rotor giratorio, en el que se acelera hasta una velocidad angular cercana a la del rotor. Al mismo tiempo, se suministra agua de lavado al rotor a una presión determinada. Debido a la posición del eje de rotación del rotor, debido a la gravedad con la frecuencia de rotación del rotor, se crean débiles vibraciones de la capa mineral en las direcciones radial y axial. Como resultado, las partículas de material con una gravedad específica superior a un cierto valor (fracción "pesada") bajo la acción de la fuerza centrífuga se mueven hacia las paredes del rotor, hacia el flujo de agua de lavado, y se depositan en sus paredes. Las partículas de material con un peso específico más bajo (fracción "ligera") se desplazan hacia la superficie interna del cono y con el flujo de agua van al drenaje a través del borde del rotor. Poco a poco, debido a la sustitución de partículas ligeras por pesadas, la estructura del sedimento cambia y la fracción pesada se acumula. La eficiencia del proceso depende de la velocidad angular, la presión del agua de lavado, la clase de tamaño y la relación líquido/sólido en la alimentación.