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Limpiar los ríos de sedimentos y escombros es una parte integral de los esfuerzos para conservar los recursos hídricos y mantener los ecosistemas saludables. La acumulación de sedimentos y contaminación en los ríos es un problema grave que puede provocar no sólo consecuencias ambientales, sino también un impacto negativo en la salud humana.
Los sedimentos y los escombros pueden degradar significativamente la calidad del agua, provocar la contaminación de las masas de agua potable y de las masas de agua útiles para los animales y las plantas, así como alterar el equilibrio natural de los ecosistemas fluviales. La limpieza de ríos incluye varios métodos, como la eliminación mecánica de escombros, el tratamiento químico y los procesos biológicos para descomponer contaminantes y sedimentos.
Los ríos y los recursos hídricos limpios son de gran importancia para la vida y el bienestar. Proporcionan agua potable, sustentan la biodiversidad y crean condiciones favorables para el desarrollo de los recursos pesqueros. Es importante entender que mantener limpios los sistemas de agua es una inversión de futuro que contribuye a la preservación de los recursos naturales y la salud del planeta.